El pasado viernes día 20 se celebró la jornada de clausura tal y como teníamos previsto, siguiendo el programa indicado en la entrada anterior.
En primer lugar tuvimos el congreso en el que los asistentes presentaron sus proyectos de tesis, en el nivel de desarrollo que está cada uno. Todas las presentaciones se ajustaron bien al tiempo previsto y transmitieron adecuadamente el interés del trabajo a realizar. Los turnos de preguntas y comentarios resultaron muy animados y fructíferos, se nota que después del curso había confianza.
Tras las presentaciones orales y la defensa de los posters pasamos a la mesa redonda con los invitados. Yo tenía la idea inicial de que fuera más una conversación, pero en realidad consistió en una sucesión de monólogos, dos rondas. Probablemente es a lo que estamos acostumbrados y es difícil cambiar. Cada uno de los ponentes estuvo... en su papel, transmitiendo el mensaje esperable por su perfil y el de la organización de procedencia. Sergio Llorente, de BSH nos contó el volumen de su empresa, el porcentaje de doctores que emplean y la cantidad e intensidad de proyectos de colaboración que tienen con universidades. Charo Villaroel, de Aditech, corporación tecnológica del Gobierno de Navarra, además de glosar lo relevantes que le habían parecido todas y cada una de las tesis cuyos planteamientos se habían mostrado en la primera parte de la sesión, llamó a la conversión en valor económico de la investigación, a la creación de productos y empresas. Alfonso Carlosena utilizó su propia carrera profesional y la de sus doctorandos para evidenciar en cambio que se ha producido en la Universidad en las últimas décadas, y como la integración en empresas de personas con el título de doctor, si bien no es mayoritaria, es perfectamente pertinente. Incluso en el caso de que la tarea a desarrollar no sea de I+D, dado que muchas de las capacidades adquiridas en el doctorado (capacidad de iniciativa, resolución de problemas complejos, bñusqueda de información, redacción de textos científicos, etc.) son de utilidad en otras actividades. Por último, Rafael Muguerza, desde una posición de "jubilado" de una larga carrera en la gestión de la innovación empresarial y su promoción transmitió los mensajes más "out of the box": la complejidad de los sistemas ciencia tecnología sociedad, como el éxito muchas veces está más en los detalles que en recetas mágicas y otra serie de anécdotas y consejos que no me atrevo a reinterpretar.
Sin duda que los mensajes fueron más extensos y matizados, no se puede resumir hora y media de sesión en un párrafo, pero la menos una pincelada para que los que no pudieron asistir valoren lo que se perdieron.
Para terminar nos tomamos unas cervezas y una cantidad de croquetas sobredimensionada. Y con ello concluimos el curso.
Como no me acordé de hacer fotos, la ilustración del relato es una figura anodina de galería...